Cuentan que un camaleón
descansaba sobre un árbol sombrío
su cuerpo marrón era un nudo más
en la madera.
El leñador cortó su cabeza
justo cuando lanzaba la lengua
para atrapar un avispón.
Y la lengua ágil y afilada
del camaleón sobrevivió
a la muerte súbita,
alcanzando la inmortalidad.
Se muestra en los forjados
y en el agua de algunas fuentes.
Y desde entonces esa lengua de agua,¿caza la sed de los viajeros?...¡ Bonita historia!
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